Aunque este modelo de modificación de la conducta ha sido rechazado por otras creencias debido a la forma de ver a los alumnos como individuos vacios que adquieren conductas, no se puede negar la gran influencia del conductismo en la escuela tradicional.
El conductismo y Pavlov alentó en el sistema escolar el uso de procedimientos destinados a manipular la conducta. La información y los datos organizados de determinada manera eran los estímulos básicos frente a los que los estudiantes, como simles receptores, debían hacer elecciones y asociaciones dentro de un estrecho margen de respuestas, que si ejecutaban, recibían el correspondiente refuerzo.
La consecuencia de esto en las prácticas son: motivación ajena al estudiante, repetición y memorización, predominio del método ensayo-error, enseñanza y evaluación sometida al premio/castigo y dependencia del estudiante, casi absoluta, de los estímulos externos.
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